VMOS, una obra de infraestructura clave para potenciar la exportación de crudo

El proyecto Vaca Muerta Oleoducto Sur (VMOS), una de las obras de infraestructura privada más relevantes de las últimas décadas en la Argentina, avanza en tiempo récord para las distintas etapas planificadas de su construcción. Este oleoducto de 437 kilómetros que conectará Vaca Muerta, en Neuquén, con Punta Colorada, en Río Negro, es un hito clave para desatar el potencial exportador de shale oil. Las empresas estiman que permitirá reducir cuellos de botella facilitando un ingreso de divisas de entre US$ 15.000 y US$ 20.000 millones al año.

“El proyecto VMOS representa una transformación fundamental para la cadena de valor del petróleo de Vaca Muerta, nos va a permitir elevar el techo de producción de la cuenca neuquina de 650 Kbbl/d a 1.200 Kbbl/d y al mismo tiempo nos va a permitir el ingreso de los cargueros de petróleo más grande del mercado, con costos logísticos muy competitivos”, explicó Gustavo Chaab, CEO de VMOS.

El ejecutivo destacó que “la producción adicional habilitada por las ampliaciones de instalaciones existentes y VMOS permitirán aumentar la exportación de crudo de los 120 Kbbl/d actuales a alrededor de los 800 Kbbl/d. Son niveles comparables con Venezuela en un ambiente sociopolítico más amigable al contexto internacional.  VMOS se proyecta como una palanca estratégica que permitirá a Argentina incrementar significativamente su volumen de exportaciones de crudo, principalmente de Vaca Muerta”

“Al facilitar la evacuación eficiente y segura de grandes volúmenes de petróleo -auguró Chaab-, el país podrá acceder a nuevos mercados internacionales, aumentar su presencia global y fortalecer su reputación como un proveedor confiable. Este salto cualitativo y cuantitativo no sólo va a generar divisas, sino que también va a impulsar el desarrollo económico y la integración internacional.

La magnitud de VMOS, una obra que lleva adelante un consorcio de ocho petroleras liderado por YPF, junto a Vista, Pan American Energy, Pampa Energía, Chevron, Pluspetrol, Shell y Tecpetrol, se ve reflejada no solo en su impacto futuro, sino que ya genera 1.500 puestos de trabajo locales, dinamizando las economías regionales a través de cientos de proveedores en los más diversos rubros de los pueblos y localidades cercanos a la traza del ducto. 

Las empresas estiman que el oleoducto permitirá reducir cuellos de botella facilitando un ingreso de divisas de entre US$ 15.000 y US$ 20.000 millones al año.


El financiamiento

El proyecto, adherido al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), representa una inversión total de US$3.000 millones, de los cuales el 70% proviene de préstamos internacionales, mientras que el 30% restante es aportado por las empresas que conforman el consorcio. De hecho, el pasado 8 de julio, el consorcio concretó la firma de un préstamo sindicado por 2.000 millones de dólares, liderado por los bancos internacionales Citi, Deutsche Bank, Itau, JP Morgan y Santander. 

Esta operación, que incluye la participación de un grupo de 14 bancos e inversores institucionales internacionales, marcó la reapertura del mercado internacional de Project Finance para Argentina, algo que las empresas privadas no exploraban desde 2019. También se convirtió como el mayor préstamo comercial para un proyecto de infraestructura en la historia del país y uno de los cinco más importantes en el sector de petróleo y gas en América Latina.

Para acelerar los trabajos, la obra adjudicada a la UTE Techint-Sacde se dividió en distintos frentes que avanzan de forma simultánea a lo largo del ducto, el que tendrá una extensión total de 437 kilómetros, con caños de 30 pulgadas de diámetro, unos 76,2 centímetros. El primero de los dos grandes tramos es de 110 kilómetros y parte de Allen hasta Chelforó, y el segundo de 327 kilómetros se extiende hasta Punta Colorada, cercana a la localidad de Sierra Grande, en las costas del Golfo San Matías.

Como la traza atraviesa la desértica estepa patagónica sin proximidad a ninguna población, se montaron tres campamentos para albergar hasta 800 trabajadores en turnos de 7 o 14 días, según la función, lo que incluye dormitorios, comedores, almacenes, espacios de recreación, servicio médico y oficinas administrativas, entre otras dependencias.

El proyecto, adherido al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), representa una inversión total de US$3.000 millones, de los cuales el 70% proviene de préstamos internacionales.

En uno de los campamentos se montó la soldadora automática, un equipo diseñado para unir los tubos del oleoducto de manera eficiente y precisa, sin la intervención directa de operadores humanos en el proceso de soldadura. Este sistema automatizado permite una alta velocidad de producción y una prestación constante que permite unir tubos de 12 metros para obtener una única pieza de 24 metros, lo que acelera el desfile de caños. 

“Es la obra privada de infraestructura más grande en cincuenta años, VMOS avanza conforme a cronogramas exigentes y estándares internacionales”, reafirmó Chaab al precisar que “a fines de agosto, el proyecto muestra importantes hitos en la construcción de la terminal, el tendido de ductos y la instalación de sistemas clave, que se resume en un avance de casi 30 por ciento. Entre los desafíos de ingeniería más relevantes se encuentran el cruce del río Negro, el tendido del ducto submarino y la instalación y conexión de las dos monoboyas.  

En la cabecera de Allen considerado un nodo clave en al transporte de crudo, ya que desde allí también se deriva la carga del Oleoducto del Valle (Oldelval) que se dirige hacia Puerto Rosales en el complejo de Bahía Blanca, se construyen la terminal de almacenamiento con tres tanques de 55.000 m³ cada uno y la primera estación de bombeo.

En tanto, en Chelforó se ubicará otra estación de bombeo del sistema, mientras que está prevista la instalación de una tercera estación en el kilómetro 349 del ducto, y una cuarta cerca de Aguada Cecilio. “La evolución esperada de la capacidad es 180.000 bbl/d para fines de 2026, 390 kbbl/d a partir del segundo trimestre de 2027 y llegará a 550.000 bbl/d en el segundo semestre de 2027. Una última etapa podría alcanzar los 700.000 bbl/d”, precisó el CEO de VMOS.

“Cuando toda esa capacidad se transforme en exportaciones dependerá de la evolución de la producción que estará condicionada a factores como la demanda y precio global, la estabilidad regulatoria y la inversión local. Un entorno internacional favorable y políticas nacionales acordes serán esenciales para que esta ampliación permita dar el salto definitivo hacia la consolidación de Argentina como actor relevante en la industria energética global”, concluyó el directivo.

Con el proyecto de traza del oleoducto, y el montaje de playa de tanques en marcha, compañía VMOS informó además que habilitó su página en Internet: vmos.ar. Allí se pueden conocer los detalles del proyecto, su alcance y objetivos, y también realizar consultas. 

VMOS informó que habilitó su página en Internet: vmos.ar. Allí se pueden conocer los detalles del proyecto, su alcance y objetivos, y también realizar consultas. 

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