“Argentina debería apuntar sus recursos gasíferos en primer lugar a completar el abastecimiento interno, en segundo lugar, al mercado regional y en tercer lugar el mercado global. Por ello, sus prioridades de infraestructura deberían estar alineada en este sentido”, afirma Daniel Ridelener, CEO de Transportadora Gas del Norte (TGN). El ejecutivo destaca que los recursos de Vaca Muerta alcanzar para cumplir esos tres objetivos y cambiarles la vida a los argentinos, pero remarca que el país necesita reglas claras y sostenidas en el tiempo para poder monetizar el recurso y hacer realidad el «sueño» de exportación.
El directivo también repasa los distintos escenarios que se abren, evaluando los avances clave de obras como la completación de la reversión del Gasoducto del Norte y el desarrollo de la red para abastecer a la industria minera del NOA, y los caminos para llegar a la gran demanda del sur de Brasil, una decisión que involucra a la oferta y la demanda regional con una visión estratégica.
¿Cómo definiría el momento que atraviesa la industria de Oil&Gas en la Argentina y en particular el segmento del transporte y del midstream?
La demanda de energía en el mundo crece año tras año y esto está íntimamente ligado a la mejora en la calidad de vida de las personas. En este contexto, Argentina fue bendecida con recursos hidrocarburíferos muy amplios. Es decir, que el país se encuentra en una situación de privilegio, pero también de mucha responsabilidad. Vaca Muerta a los argentinos nos puede cambiar la vida, pero el resto del mundo puede vivir perfectamente sin los recursos de Argentina. Por eso, contar con reglas claras y sostenerlas durante el tiempo nos va a permitir jugar un rol muy importante. En ese contexto, el sector de transporte y del midstream juegan un papel muy importante para incrementar la capacidad de procesamiento y transporte que le permitan al país monetizar el recurso y hacer este sueño realidad.

La reversión del Gasoducto del Norte marcó un hito histórico en el sector ¿Qué obras pendientes tiene el proyecto original, sus plazos de concreción, y qué etapas deberían seguirle?
Las obras centrales de la reversión del Gasoducto Norte ya fueron realizadas, permitiendo subir 15 MMm3/d para cubrir la demanda de verano en el NOA con el gas de Vaca Muerta. Solo resta la finalización de obras por parte de Enarsa en 4 plantas compresoras. A partir de allí, las nuevas obras de expansión que se realicen servirán para cubrir nueva demanda interna y de exportación.
¿Cuáles son las prioridades de infraestructura que identifica la compañía en su segmento para acompañar el desarrollo del mercado doméstico y de exportación?
En este contexto de crecimiento de la demanda global de energía, el gas natural tiene un rol muy importante que jugar. Argentina debería apuntar sus recursos gasíferos en primer lugar a completar el abastecimiento interno, en segundo lugar, al mercado regional y en tercer lugar el mercado global. Por ello, sus prioridades de infraestructura deberían estar alineada en este sentido.
¿Cómo parte de ese desarrollo, en qué plazos podría llegar a abastecerse la demanda del sector minero del NOA y en qué estado se encuentra ese proyecto?
El sector minero tiene una potencial también muy significativo para el país y desde TGN estamos trabajando para acompañar ese crecimiento. Por eso, hace un tiempo que venimos avanzando con las empresas mineras en el desarrollo de un gasoducto que les permita llevar adelante sus procesos productivos con menos emisiones, menos costo y con confiabilidad de suministro ininterrumpido. El proyecto del gasoducto de más de 300 km que recorrerá 10 salares a lo largo de la puna, se encuentra en plena etapa de desarrollo y somos optimistas de poder lanzarlo en el corto plazo.
¿Cuál es el camino que advierte TGN es el más apropiado para desarrollar el mercado regional para el gas de Vaca Muerta y cómo puede aportar en cada uno?
La red de transporte debe acompañar el crecimiento de los mercados que se vayan desarrollando. En ese sentido, va a acompañar por un lado la mayor demanda local, tanto nueva como por la sustitución de líquidos para generación. Por otro lado, va a acompañar el crecimiento de la demanda regional, en particular de Brasil, para lo cual estamos trabajando fuertemente. Para ello, es necesario incrementar la capacidad de evacuación de mayor producción desde Neuquén mediante la construcción de un nuevo gasoducto de 750 kms desde Tratayén hasta nuestra planta compresora La Carlota. A partir de allí, se presentan tres posibles caminos. Vía Bolivia, donde la infraestructura ya existe y solo haría falta algunas inversiones de expansión más sobre el gasoducto norte. Otro camino es ir directo vía Uruguayana. Este camino requiere niveles de inversión dentro de Argentina similares al camino anterior, más inversiones en territorio brasileño. El tercer camino, un poco más incierto aún en términos técnicos y económicos, es mediante la construcción de cerca de 1.000 kms de gasoducto vía Paraguay.
Si tuviera que sintetizar en tres prioridades la agenda de los sectores en los que opera TGN para los próximos dos años ¿Cuáles serían?
Para monetizar al máximo los recursos del país, como industria debemos trabajar fuertemente en materializar las inversiones necesarias para tratar el gas y para ampliar la capacidad de transporte que nos permita llevarlo a los mercados regionales y al mercado global. En lo que respecta puntualmente al mercado regional, es fundamental contar con acuerdos sólidos entre los países intervinientes que garanticen el suministro a largo plazo, estudiar la regulación de cada país para tomar lo mejor de cada uno de ellos y lograr condiciones homogéneas para todos, y trabajar en toda la cadena de precios desde la boca del pozo en Neuquén hasta que llega al industrial que lo consume en San Pablo.