La consolidación de Vaca Muerta como una de las principales formaciones no convencionales del mundo generó un momento histórico para el sector de Oil & Gas, con un efecto multiplicador en toda la cadena de valor. En este escenario, Juan Manuel Bazaul, presidente de la empresa de logística JBS, analiza el papel fundamental que cumple el sector en el que se desempeña. Aunque la demanda de servicios logísticos crece de manera sostenida, Bazaul advierte sobre los desafíos que impone la macroeconomía argentina, como la inflación y las dificultades de financiamiento. Frente a este panorama, y en diálogo con el Diario de la AOG, sostiene que “no hay margen para la incertidumbre” y que es necesario “actuar, tomar decisiones e ir para adelante”.
JBS está liderando la transformación del transporte a través de dos ejes centrales: la reconversión de su flota a GNC y una fuerte apuesta por la digitalización. Estas estrategias no solo generan eficiencia y reducen costos, sino que también fortalecen la balanza comercial del país y posicionan a la compañía como un socio estratégico para las operadoras.

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¿Cómo describiría el momento actual de la industria de Oil & Gas desde la perspectiva de su empresa?
El sector vive un momento histórico. Vaca Muerta se consolida como una de las principales formaciones no convencionales del mundo y eso genera un efecto multiplicador en toda la cadena de valor. Desde nuestra empresa lo vemos con optimismo y responsabilidad: la demanda de servicios logísticos crece de manera sostenida y abre oportunidades de inversión. Sin embargo, el desafío es mayúsculo. La macroeconomía argentina plantea dificultades de financiamiento, inflación y volatilidad en los costos. En Vaca Muerta no hay margen para la incertidumbre: hay que actuar, tomar decisiones e ir para adelante. En JBS asumimos esa convicción y la aplicamos todos los días, generando eficiencia, previsibilidad y soluciones concretas para acompañar el desarrollo energético del país.
¿Podría describir cuáles son los principales proyectos en los que está embarcada su empresa y cuáles ventajas de su implementación?
Nuestro proyecto insignia es la reconversión de la flota hacia la movilidad a GNC. Esta decisión tiene ventajas evidentes: reducimos costos de combustible frente al gasoil, operamos con gas nacional —lo que evita importar divisas— y además disminuimos la huella ambiental. En JBS tenemos una convicción muy clara: en Vaca Muerta no hay margen para dudar, no hay lugar para la incertidumbre. Ya es una realidad, existe, y nuestro deber como empresa es actuar y avanzar. Esa visión es la que nos impulsó a invertir en GNC y a posicionarnos como pioneros de un transporte más competitivo y sustentable. A corto plazo, las oportunidades están en la logística de arena de fractura, clave para sostener la actividad. A mediano plazo, identificamos un gran potencial en desarrollar corredores verdes de transporte pesado a GNC, uniendo regiones productivas como Entre Ríos, La Pampa y Neuquén. Esto no solo aporta competitividad al sector, sino que también contribuye a la balanza comercial del país.
Nuevos nichos de crecimiento
¿En qué segmentos o nichos del mercado ve mayores oportunidades para apuntalar su crecimiento en el sector?
Identificamos dos nichos concretos. Por un lado, la logística de última milla en Vaca Muerta, que exige operar 24/7 con altos estándares de eficiencia y seguridad. Por otro, el transporte de larga distancia de insumos estratégicos, en particular la arena de fractura. En ambos casos, la movilidad a GNC genera un diferencial muy concreto: menor costo por tonelada transportada, mayor previsibilidad y reducción de emisiones. Son segmentos complementarios que nos permiten crecer de manera sustentable en lo operativo y en lo económico.
¿Qué rol está jugando la digitalización y la automatización en sus operaciones?
La digitalización es central en nuestra gestión. Implementamos telemetría en toda la flota, lo que nos permite monitorear en tiempo real consumos, recorridos, tiempos de carga y hábitos de conducción. Con esos datos optimizamos rutas, anticipamos mantenimientos y reducimos costos. También incorporamos procesos de automatización administrativa que nos permiten ser más ágiles y liberar recursos para la planificación estratégica. Desde el punto de vista económico, la digitalización se traduce en menos imprevistos y más competitividad por tonelada transportada
¿Podría dar un ejemplo de una innovación concreta que haya mejorado su eficiencia o competitividad?
El ejemplo más claro es la reconversión de camiones de gasoil a GNC. Esta innovación nos permitió reducir de manera significativa el costo operativo, ganar previsibilidad gracias al uso de gas nacional y disminuir la huella ambiental. Desde el punto de vista económico, cada camión reconvertido significa un ahorro directo y una contribución a reducir la necesidad de importar gasoil. Esto impacta positivamente en nuestra empresa, en la competitividad de Vaca Muerta y en la macroeconomía del país.