En el marco de la AOG Expo 2025 se llevó a cabo la conferencia titulada «Compliance en la gestión de grandes proyectos», un encuentro que reunió a distintos especialistas en cumplimiento normativo y gestión de riesgos en el Auditorio B de La Rural. Allí se exploraron los desafíos y oportunidades que enfrenta la industria, con un enfoque particular en la importancia de la gobernanza y la colaboración entre diversos actores. Silvia Mignone Díaz, directiva de TGS, abordó el componente esencial de la gobernanza, enfatizando que «la solidez y la flexibilidad son fundamentales en todos los ámbitos». Su intervención se centró en la necesidad de integrar a los contratistas en la cadena de valor, señalando que «no todos los contratistas son iguales». Para ella, es crucial tener un mapeo de riesgos que permita a las empresas identificar y clasificar los desafíos a los que se enfrentan. «Con ese mapeo, puedo armar una política sencilla y tener prevenciones», argumentó, y agregó que la alta dirección de las empresas debe comprometerse activamente con estas iniciativas: «No en palabras, sino en actos».
En la misma clave, Clarisa Lorenzo, de SLB, continuó la discusión centrándose en la importancia de establecer «cláusulas de integridad» en los contratos de grandes proyectos. «La cláusula no es un adorno; es como el airbag del auto; cuando algo sale mal, esa cláusula te salva», destacó. Según Lorenzo, es esencial que todos los implicados en un gran proyecto hablen «el mismo idioma», asegurando que todos se comprometan a un juego limpio y a las mismas prácticas de cumplimiento. «Compliance es como una gestión del tiempo en algún punto», concluyó al respecto.
Desde el punto de vista de Manuel Serantes, de Pan American Energy (PAE), la agenda de compliance presenta tanto desafíos como ventajas. «Desde el inicio, ya existe un marco de compliance que facilita la gestión de riesgos en comparación con proyectos más pequeños», mencionó. Serantes hizo énfasis en la importancia de establecer un enfoque realista que se adapte al proyecto en lugar de intentar cumplir con todas las legislaciones del mundo. «Es fundamental adaptar nuestras expectativas a lo que realmente puede implementarse en el proyecto», recomendó.

Interactividad
Otro tema crucial abordado fue el de las sanciones, que, según Serantes, son cada vez más relevantes en la escena empresarial actual. «Las sanciones pueden ser una gran preocupación para quienes tengan contacto con países bajo restricciones», alertó, indicando que el comercio internacional debe estar preparado para enfrentar estos desafíos.
Pablo Nizza, de Compañía Mega, ofreció su perspectiva sobre cómo se debe armar un mapa de riesgos efectivo en proyectos de gran escala. «La interactividad de las áreas es fundamental para entender los puntos de fuga», explicó, sugiriendo la necesidad de un monitoreo constante para ajustar el reconocimiento de los riesgos a medida que el proyecto avanza. «Tenemos que replantear si el diagnóstico que hicimos previamente es el correcto», enfatizó Nizza.
Finalmente, Hernán Carnovale, de KPMG, subrayó el enfoque dinámico que debe tenerse al diseño de programas de compliance, considerando leyes recientes como la 27.401 en Argentina. «Ahora estamos escuchando jueces que evalúan la efectividad de esos programas de compliance», comentó, indicativo de que se busca ir más allá del papel y poner en práctica medidas efectivas. Carnovale destacó que es esencial conocer la cadena de valor y categorizar correctamente a los terceros involucrados, con el fin de segmentar actividades y riesgos adecuadamente.
La conferencia culminó con un consenso general sobre la relevancia de un enfoque colaborativo en la gestión de compliance. Cada uno de los panelistas coincidió en que, en la actualidad, el éxito de los grandes proyectos depende en gran medida de la capacidad de los actores para adaptarse y trabajar juntos en la identificación y mitigación de riesgos. Como dijo Silvia Mignone, «tenemos que cuidar el entorno para llegar a lo que queremos».
