Reunidos en el marco del «Encuentro con los CEO’s», ciclo conducido por el titular del Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG), Ernesto López Anadón, tres referentes de la ingeniería y la construcción intercambiaron pareceres sobre el presente y el futuro inmediato de la actividad.
En primer término, Alejo Calcagno sostuvo que hoy ningún emprendimiento es más relevante que Vaca Muerta Oil Sur (VMOS) para ayudar a destrabar el potencial productivo de la Cuenca Neuquina. «Nuestro recorrido, en realidad, arrancó con Fortín de Piedra. A partir de ahí se dio una continuidad de iniciativas que derivó en un fuerte crecimiento de los recursos y las capacidades», aclaró el director de Región Sur para Techint Ingeniería y Construcción.
Un verdadero hito fue la realización en tiempo récord del Gasoducto Perito Moreno (GPM). «Ampliar significativamente la capacidad de transporte de gas no sólo promovió el reemplazo de importaciones y potenció el empleo local, sino que también favoreció la formación de profesionales para las siguientes obras», resaltó.
A nivel grupo, detalló, Techint Ingeniería y Construcción está trabajando en Los Toldos, que es un auspicioso desarrollo de crudo cercano a Rincón de los Sauces. «También participamos en Oleoductos del Valle (Oldelval) y colaboramos con Shell en Sierras Blancas. Ahora tenemos mucha capacidad de ejecución y estamos bien posicionados para lo que viene», aseguró.

Para que los trabajos sean cada vez más eficientes, opinó, es crucial el papel de la innovación y la digitalización. «Mientras se mejora la empleabilidad, hay alternativas disponibles que resultan muy valiosas. Los soldadores constituyen un recurso humano escaso, pero pueden complementarse con herramientas tecnológicas como las soldaduras automáticas, que sirven para algunos rangos de ductos», ejemplificó.
Al comparar lo hecho en el GPM y en la reversión de Gasoducto del Norte, subrayó, puede verificarse un enorme grado de avance. «Hoy estamos soldando entre 3,5 y 4 kilómetros (km) por día en VMOS. Tratamos de extraer lecciones del pasado, sumar tecnología como proceso continuo y aplicar un sistema de trazabilidad en los ductos, sabiendo que la digitalización acelera mucho los plazos», insistió.
Confianza y colaboración
A su turno, Pablo Brottier, director ejecutivo de SACDE, recordó su paso por Estados Unidos en 2015, cuando el negocio del shale estaba en pleno auge. «Por entonces escuchábamos a los norteamericanos decir «la infraestructura primero», algo que no estaba en nuestras cabezas. Hoy sé que efectivamente funciona», expresó.
Según sus definiciones, el shale ofrece certezas geológicas, por lo que torna fundamental la construcción de infraestructura. «Siguiendo esa línea, en el país se dieron grandes hitos que venían siendo postergados por largos años: el GPM, la reversión del Gasoducto Norte, Oldelval y VMOS», enumeró.
Al colocar a la infraestructura por delante, reflexionó, la Argentina logró poner en valor la «tremenda productividad» lograda por las operadoras. «Debe destacarse el trabajo de la industria viendo factores comunes y aunando esfuerzos sin miedo a asociarse. El país ya no compite por el mercado interno, sino que se prepara para exportar. Por eso hay confianza y colaboración entre las partes», celebró.
Por estos días, expuso, VMOS «está volando». «Hemos progresado mucho en la curva de aprendizaje. Estamos muy contento con la velocidad del pipeline, que se va a terminar antes de lo previsto. Eso les da mucha tranquilidad a los inversores», planteó.
Con más de 4 km diarios de instalación de caño, cuantificó, se verificó un récord para la región. «El ducto es un tanque en sí mismo y en la terminal portuaria de Punta Colorada se instalarán otros cinco tanques gigantescos. En Brasil a cada uno les dicen Maracaná, acá -como soy de River- deberíamos decirles Monumental», bromeó.
Los ductos, prosiguió, son la parte más compleja y desafiante del proyecto, porque implican mover gente y montar campamentos para 800 personas en zonas remotas. «La productividad no se limita al trabajo del soldador: es de todo el conjunto. Estamos enraizados en la región norpatagónica de la Argentina, con una gran cantidad de pequeñas y medianas empresas (PyMEs) que nos rodean y nos proveen», aseveró.
El próximo capítulo, avisó se relaciona con el gas natural licuado (GNL). «Ya hay dos iniciativas apalancadas: Southern Energy, y la de YPF con Shell y Eni. Asimismo, habrá una tercera obra de clase mundial: la de los líquidos asociados del gas natural que podría dar lugar a un tercer ducto para llevar butano y propano a los puertos de Bahía Blanca», proyectó.
Desafíos logísticos
De acuerdo con Carlos Mundín, director general de BTU, lo más importante para desenvolverse con éxito en el sector es sostener una visión a largo plazo como compañía. «Es cierto que la infraestructura tiene que ir primero, porque implica un cuello de botella crítico. En esa dirección, el foco debe ponerse en la planificación, pensar el desarrollo de los proyectos teniendo planes A, B y C para las distintas situaciones. El mayor valor agregado que podemos darles a nuestros clientes no es otro que el cumplimiento de los objetivos planteados, entregando lo producido en tiempo y forma», argumentó.
La cadena de valor sectorial, resaltó, incluye a los proveedores, quienes deben estar a la altura de lo que demandan los emprendimientos. «No solamente hay que capacitar a nuestra gente, sino también exigirles cada vez más a nuestros proveedores, incentivándolos a implementar nuevas tecnologías y a aggiornar sus equipos de trabajo para ofrecer la mayor previsibilidad posible. La vara de la industria está cada vez más alta», sentenció.
A su criterio, la visualización de los requerimientos del sector energético ayuda a mejorar la calidad de la oferta y promueve la integración de tecnologías extranjeras adecuadas a las necesidades del medio local. «La logística es un gran desafío para la operación, sobre todo si lo que se busca es elevar los niveles de producción de Vaca Muerta. En ese apartado, un tema central estriba en la provisión de arenas», particularizó.
Para BTU, afirmó, la renovación de la infraestructura ferroviaria representa una labor sumamente relevante. «Hay que valorar esa opción porque las decisiones que se tomen tendrán un impacto directo en los costos operativos. Nosotros hemos llegado a renovar 1.500 metros por día de vías. Puede sacarse provecho de lo que se hizo en el Belgrano Cargas. Utilizar el ferrocarril para transportar arenas configura un proyecto viable», concluyó.
Si se toman en cuenta las distancias y las cargas (incluyendo las de retorno), opinó, se trata indefectiblemente de la mejor solución. «En el medio local hay una gran capacidad de ejecución para apostar por la alternativa ferroviaria», aseveró Calcagno.
Secretos profesionales
A fin de prosperar en el negocio, desde Techint se destaca la importancia de transitar un «crecimiento progresivo y estudiado». «Hay que mantenernos activos y seguir agregando valor a lo que hacemos, transmitiendo nuestros estándares de productividad a toda la cadena y potenciando el desarrollo de profesionales», resumió.
Para SACDE, en tanto, conviene optar por las escuelas de capacitación técnica y de seguridad para dejar de depender de soldadores y operadores extranjeros. «También es posible mejorar la productividad a través del management y del fortalecimiento del parque mecánico del país», comentó Brottier.
Resulta vital, desde la mirada de BTU, conformar grupos de trabajo capaces de desarrollar una multiplicidad de proyectos. «Formamos equipos multidisciplinarios a los que dotamos de herramientas de mejora continua. Procuramos mantenerlos a pesar de los picos y valles que pueda registrar la actividad», completó Mundín.